miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mal de la cabeza

Luego de soltar varios ajos y cebollas al ver que mi equipo no jugaba a nada. Luego de derramar lágrimas con impotencia. Luego de ver cómo siendo locales ante un marco impresionante de hinchas, el equipo salió ante Cristal como equipo chico, como visitante, tímido, sin ideas y sin juego. Luego de ver como las ilusiones terminaban de esfumarse en Arequipa.




 Luego de todo eso, CABEZA FRÍA! Y es que viendo la plantilla de jugadores, la crisis económica y la realidad del Club en general, sabíamos desde que comenzó el año que el 2013 iba a ser un año muy jodido. Donde sobre el papel, lograr una clasificación a la sudamericana sería un buen premio. 
El campeonato comenzó y por momentos se dieron chispazos de fútbol. Un Yordy Reyna se las ingeniaba para darnos puntos que creaban ilusión y que generaba en nosotros, los hinchas, una ceguera propia de la pasión, la cual no nos permitía ver con total claridad lo mal que veníamos jugando. 

Me la pego de DT por un momento para tratar de comprender primero porqué las cosas no se dan en la cancha. No me considero ningún Mourinho, Pep, Bielsa, etc; pero creo tener la capacidad suficiente como para observar un partido de Alianza y darme cuenta a qué se jugaba. Alianza jugaba al pelotazo (juego que viene realizando hace varios años). Un estilo cero vistoso y nada propio de la historia de Alianza, pero válido al fin y al cabo. Y es que si no tenemos jugadores de buen pie, no me puedo poner exquisito y pretender que jueguen como el Barcelona tampoco. Así que la idea era válida para nuestro plantel. Sin embargo, hasta una idea de juego tan mediocre como “jugar al pelotazo” tiene ciertos requisitos. O bien tienes en la delantera a jugadores altos que puedan recepcionar esas pelotas rifadas (tipo Maestri o José Carlos Fernández) o bien pones a jugadores rápidos para ganar las espaldas (tipo Yordy). Y este año nos tocó el segundo caso. Caso que concluiría con la salida de Reyna a Europa y terminaría por evidenciar nuestro paupérrimo juego.

 Y es que ni Mostto, ni Navarro Jr, ni el “Lobo” -que podrá poner mucho corazón, pero las carencias técnicas son notorias (igual se agradece la entrega por los colores, aprende Bazán!!!), ni siquiera Guevgeozian, podían ofrecer mucho ya que de arranque no califican con el requisito de estilo de juego. Ante ello fecha a fecha no nos hacían más que renegar,  y por ello pedíamos JUEGO. 
Pero qué podíamos pretender si no teníamos CON QUÉ!!! El Pato se encuentra muy lejos de su juego, no corre y rara vez se mete un buen pase. Ciucci un total cavernícola que no puede dar ni un solo pase bueno. Uribe que tiene un poco de todo y a la vez no tiene nada (un buen suplente, solo eso). Bazán que tiene un témpano en el pecho. Andersen que nunca terminó de convencer. Y así podemos continuar, pero creo que la idea ya se entendió. NO HAY EQUIPO! 

Y siendo justos, los jugadores tampoco tienen del todo la culpa. No es su culpa no estar a la talla de un grande como Alianza y de ser contratados por Dirigentes que no hacen más que confirmar que saben poco o nada de fútbol. 

Con todo esto, llego finalmente a la conclusión que jugar la final hubiese sido demasiado premio para Alianza. Probablemente nos hubiese cegado (una vez más) del cáncer que en realidad padecemos y así no podríamos tomar medidas sobre el asunto para cambiar las cosas. Lo más triste de todo es que a pesar de ello tampoco veo la luz al final del camino. Todo mal, todo al revés! No entiendo por qué se habla de refuerzos si ni siquiera tenemos DT!!! Una vez que recién tengamos a un técnico y se sepa su propuesta de juego, recién se podría evaluar si esos jugadores forman parte de su plan de juego para comenzar. Simplemente todo anda de cabeza,  y comenzando desde la cabeza! Una administradora Temporal que no entiende hasta ahora que lo económico tiene que ir de la mano con lo deportivo. Todo mal en mi Alianza, todo mal. Lo único rescatable, es que sé que aún hay gente que sigue luchando por cambiar las cosas. A todos ellos gracias! Gracias a la hinchada también, que a pesar de todo sigue bajando a la cancha. Que al igual que yo, hace rato que dejamos de ir para apreciar un buen espectáculo y solo vamos por los colores! A TODOS ELLOS, GRACIAS!


                                                             Diego Peirano- El hincha de a pie